Tamayo, Bahoruco. – La comunidad educativa del Liceo María Antonia Gómez del municipio Tamayo y los jóvenes del sector continúan esperando con ansia la terminación de las instalaciones del polideportivo, una obra que, tras más de tres años, se ha convertido en una promesa incumplida y en símbolo de deterioro y abandono institucional y que actualmente representa un peligro para los estudiantes, profesores y demás personal del centro de enseñanza.
A pesar de múltiples anuncios y visitas de autoridades, la realidad sigue siendo la misma: estructuras abandonadas, materiales dañados y ninguna señal visible de avance. Cada año se repiten los compromisos, pero las acciones concretas no llegan.
A la situación de abandono se suma la mala instalación de los zinc del techo, lo que genera un fuerte ruido cuando llueve o sopla el viento, afectando el desarrollo de la docencia, las actividades del liceo y el descanso de los vecinos. Esta condición no solamente resulta incómoda, sino también peligrosa, pues las láminas metálicas podrían desprenderse en cualquier momento y afectar algún ciudadano.
Mientras esa realidad sigue imperando desde hace unos años, la supervisora de Infraestructuras Escolares en la provincia Bahoruco, ingeniera Claribel Adames, informó a surfecundo.net, que el ingeniero encargado de la obra tiene previsto iniciar los trabajos este martes, y que desde la semana pasada se le ha estado comunicando sobre el peligro que representa la estructura debido a que varios de los alucines han perdido los tornillos de sujeción.
La falta de una instalación deportiva segura y funcional continúa limitando el desarrollo deportivo, recreativo y cultural de los estudiantes y otros segmentos de la población, quienes ven restringido su derecho a contar con un espacio adecuado para ejercitarse y compartir de manera sana.
Ante esta situación, la comunidad hace un llamado urgente a las autoridades competentes para que respondan con acciones firmes y efectivas.
Tras más de tres años de espera, los jóvenes del Liceo María Antonia Gómez merecen una cancha terminada, segura y digna, de lo contrario se verán en la obligación de suspender las docencias, se advirtió.